Monday, 30 July 2018

EJERCICIO DE IMPROVISACIÓN SOBRE UN TEMA DE JAZZ BOGOTANO








15 de Octubre de 2015

RESUMEN

El Jazz es un discurso musical del discurso interno de sus intérpretes, es una expresión firme de la realidad vista desde el artista, tan visceral y concreta como la pintura. Tal vez, eso explica la relación tan fuerte que existe entre el movimiento del jazz y el movimiento visual en el siglo XX. Con este artículo, pretendo hacer una reflexión sobre la influencia del Jazz y su historia en la vida musical de Bogotá y la forma como se convierte en estilo de vida de los músicos y su público.



Nota: Cada párrafo tiene un recomendado para escuchar mientras se lee.

El Jazz, una expresión urbana que se mueve entre los cruces de la ciudad. Vivo y en constante movimiento. Música que alberga todos los poemas de las vivencias cotidianas en momentos ú-ni-cos de improvisación, -Sssssshhh- (En voz baja) o de emancipación. ¡Que no nos escuchen los maestros de la U! cuando algún músico solo quiera soltar de un soplido la última pena de amor en So What. U-na-y-o-tra-vez y mojar con unas gotas baratas de licor, la angustia escondida de la ciudad perdida y saltar en un solo de saxofón al abismo de la millonésima versión de Caravan.


Caravan:  Duke Ellington  https://www.youtube.com/watch?v=YkLBSLxo5LE


La trompeta inolvidable de Louis Armstrong que descubre en la espontaneidad el scat en el Swing, de New Orleans a Bogotá, u-na-voz que evoca en esta ciudad sin tren, un saxofonista con boina en los demás músicos de la noche, un ritmo y un discurso casi Armstronginiano que rompe las barreras entre el principio y el punto de hoy de ese gran jazz, pero en el punto ca-si-má-gi-co de ser y no ser en la música, es un Swing sin swing en un Free que invoca y un free-feeling que abarca un gran siglo veinte en el momento más íntimo de u-na-Bo-go-tá que no quiere decir más que lo que le inspira su ron.

Louis Armstrong: Hello Dolly  https://www.youtube.com/watch?v=kmfeKUNDDYs

Pacho Dávila: Los Criollos Jazz Quartet - Montuno y deudas de Tugurio  https://www.youtube.com/watch?v=GLOtMuws814



Entrada por salida. Así va el amor, la conversación, la bebida, las drogas, el desamor y todo, menos la música. Esa entra y se queda en cada noche, congelada en un gran silencio de cada escenario de Bogotá. No se acaba, ni se calla. No puede ausentarse, ni un minuto... Suena en todo lo que suena hasta en el silencio de la muerte.  El jazz existe en los motores de todo, de una podadora, en un ascensor, en la licuadora que puede evocarte un enérgico Be-Bop o el frenesí de la hora pico que se llena con la inspiración en los pasos de algún baterista, saxofonista o contrabajista que llega con su instrumento a cualquier lugar a dejarse poseer por los fantasmas de Charlie Parker, Charles Mingus o Max Roach, ¡Para encontrar algún Gillespie en la trompeta que los acompañe!


Alejandro Fernández: San Diego al Atardecer  https://www.youtube.com/watch?v=AGwDIwpRL8Q


Estas hormigas del Shuffle, están buscando un “trabajo”, dirían las instancias estadísticas del DANE, sin medir que se pierden en la noche tratando de encontrar el solo perfecto de jazz, que ojalá se extienda en el beso de una hermosa dama o de un sensual caballero sin afeitar, que conmueva por un instante las fibras del sentido de la vida en resonancia con las cuerdas del piano o el contrabajo, que justifique al pianista a tocar Waltz for Debby una vez más, o algo parecido al piano del Hard Bop. ¡No importa si es Evans, Jarret o Ellington! Simplemente tiene que existir un motivo, más que el de la melodía, un motivo que duela, que conmueva y se sienta como un piano de jazz. 

Bill Evans: My foolish hearth  https://www.youtube.com/watch?v=a2LFVWBmoiw

Nowhere Quinteto: Tan solo me queda la noche  https://www.youtube.com/watch?v=MzhSs9sIh1c


Qué temor hablar de los guitarristas. Los guitarristas siempre tenemos miedo. ¡Somos los miedosos del grupo! Los más aterrados con la vida, con la gente, con todo. Bogotá está llena, el mundo también. Tal vez somos más los tímidos. Wes Montgomery. Solo he visto su fantasma en una persona en Bogotá, tomó el mismo rumbo de ser fantasma. Mmmmm. Los buenos guitarristas de jazz, suelen ser sabios y fantasmas. Conocen los excesos. Normalmente sobreviven a ellos y son los grandes maestros de composición y de descomposición. En Bogotá son maravillosos. ¡Ja! Entran en mi como una acción clasificatoria, como si fueran animalitos enjaulados, objetos de investigación. Me excuso con los guitarristas, tal vez sucede porque es a quienes conozco mejor. Realmente no quiero parecer como si estuviese escribiendo el álbum de chocolatinas jet de los músicos de Jazz. Mmmm. Puedo retomar el tema o darle voz al trompetista. 

Federico Moreno Jazz Quartet: Speak Low  https://www.youtube.com/watch?v=sL938JumjMk



Miles. No se qué pensar de Miles. El fantasma no es Miles Davis. Hay muchos Miles en el mundo. Todos los que aman a Miles Davis son los fantasmas, son eternos migrantes, van y vienen por el mundo o por la música del mundo. Sus ojos siempre lloran, su música también.  No podría hablar de ellos por su nombre, por lo menos en público no. Pero se sabe desde la puerta, quien es uno de esos amantes de Miles Davis.

Miles Davis: A day in Paris  https://www.youtube.com/watch?v=0zLQw0UfnT8


Una y otra vez, la proyección de Vanguardia o la que Salvaguarda. Entre los experimentos, los laboratorios y los ancestros están ellos, haciendo música loca como locos, con la gran seriedad de la academia, la ruptura de la misma. El olvido, la memoria. Recordar a los ancestros para olvidarse de las drogas. Olvidarse de las drogas para recordar a los ancestros y hacer música. New-York-Bo-go-tá-en-el-si-glo-XXI.  San-Ja-cin-to-en-el-si-glo-XXI- Gu-a-pi-en-el-si-glo-XXI. Pu-er-to-Na-ri-ño-en-el-si-glo-XXI.  Es la globalización de Bogotá hacia el exterior, hacia el exterior de las pupilas y de los oídos que sienten una historia que vibra bajo sus pies y que hay que sentirla en la post de algo. Entre el Free Jazz y la fusión se tejen Nuevas músicas colombianas y el círculo se amplía de la 45 para allá y se cierra de la 45 para acá o viceversa o no se cierra nada cuando todos se encuentran en Jazz al Parque.

John Zorn: Between two worlds  https://www.youtube.com/watch?v=qnO_-3YY3G0

Ricardo Gallo: La Distritofobia  https://www.youtube.com/watch?v=FeOjYZ4b37Q


Hemos sido pequeños. Seguimos siendo niños desorbitados entre los acordes de novena y treceava con séptima disminuida o aumentada, entre sensibles y cromatismos, escobillas y platillos turcos, bombos de 18 pulgadas, trompetas, saxos, clarinetes, contrabajos, guitarras y voces se siente el tren de la vida (y de la muerte).  Intentando desafiar el sistema que ya no se reconoce con un poco de jazz, o mucho jazz. Que no duela tanto el hambre, que no duela tanto la soledad, que no duela tanto el maltrato, el abandono, el conflicto y el post-conflicto. (En voz baja) El que viene desde atrás. El que nos tocó a ca-da-u-no-de-no-so-tros. El que nunca ha tenido estrato, el que no es una moda.

Este Jazz de Bogotá, el de los hijos de Coltrane, el que ha tenido que sentir las crisis de la economía, aunque algunos lo nieguen en las esquinas; este jazz no existe sin el dolor de la vida, si no se conoce el sacrificio no se puede tocar jazz, no se puede sentir así lo hayas escuchado toda tu vida. No se puede escribir sobre jazz si no se sabe improvisar. ¡Ups! Cruel reflexión para mi misma, satisfactoria y sanadora. Muy jazzística. Muy urbana. Muy bogotana.